Disuasión Focalizada

Disuasión Focalizada hacia Individuos de Alto Riesgo

Foto por Bill Oxford en Unsplash

Introducción

La disuasión focalizada es una estrategia de reducción de la delincuencia en la que delincuentes de alto riesgo son cuidadosamente seleccionados (por ejemplo, delincuentes prolíficos o particularmente violentos) y reciben una atención focalizada. Esta atención se lleva a cabo por las fuerzas del orden público y, simultáneamente, entidades de servicios sociales a través de una comunicación directa y persuasiva y de un seguimiento riguroso de los compromisos del individuo.

Las iniciativas de disuasión focalizada implican cinco acciones:

  1. identificar delincuentes prolíficos,
  2. notificar a los infractores de la iniciativa a través de reuniones con un guion predeterminado,
  3. un enjuiciamiento coordinado y estratégico del individuo,
  4. prestación de servicios sociales a la medida, y
  5. seguimiento cuidadoso de las acciones del individuo.

No son simplemente medidas represivas o enfoques de tolerancia cero.

Cuando se implementan de manera cuidadosa y adecuada, las iniciativas de disuasión focalizada tienen un gran potencial para disuadir a delincuentes prolíficos y, por lo tanto, reducir el crimen de manera significativa, además de mejorar la legitimidad y confianza percibidas hacia la policía.

Una revisión de las estrategias de disuasión focalizada identificó que 19 de 24 estudios resultaron en una reducción estadísticamente significativa de la incidencia del problema delictivo objetivo. Además, estas implementaciones no demostraron tener efectos significativos de desplazamiento del delito, sino más bien una difusión de beneficios que se extendió a áreas cercanas y grupos sociales que no formaban parte del programa (Braga et al., 2019).

Teoría de Disuasión Focalizada

La disuasión focalizada se basa en la teoría de la disuasión del delito, que establece que se desalienta a las personas a cometer delitos si creen que el castigo por cometer dicho delito es seguro, severo y rápido.

Las iniciativas de disuasión focalizada se ocupan principalmente de la disuasión específica, lo que significa que se centran en las personas con más probabilidades de ofender en el futuro cercano. Sin embargo, también pueden contribuir a mejorar la disuasión general, al desalentar los delitos entre el público en general.

El papel de la policía en la disuasión del delito reside principalmente en el primer elemento de disuasión: la certeza de atrapar de ser castigado. La policía generalmente tiene poca influencia sobre la severidad o la rapidez del castigo, ya que estos factores generalmente son decididos por las legislaturas, jueces y fiscales.

Teoría vs. Práctica

La teoría detrás de la disuasión criminal es sólida, aunque la evidencia ha demostrado que el aspecto más importante es la certeza del castigo, más que su severidad o rapidez. Sin embargo, en la práctica, la disuasión es más difícil de implementar, ya que los sistemas de justicia penal sólo castigan a una fracción muy pequeña de los delincuentes.

Además, en lugar de basarse en mediciones objetivas, el efecto disuasorio se basa en última instancia en la percepción que las personas tienen sobre la certeza, la rapidez y la severidad del castigo, y estas percepciones pueden variar considerablemente entre las comunidades y los individuos. Por ejemplo, es probable que las personas que viven en comunidades que sufren un alto índice de delincuencia perciban que el riesgo general de castigo de la policía es débil, mientras que los delincuentes prolíficos, que probablemente han pasado por el sistema de justicia penal muchas veces, son aún más propensos a percibir que las posibilidades de castigo son bajas.

La disuasión focalizada tiene como objetivo abordar algunas de estas debilidades al concentrar los recursos de la justicia penal y las instituciones de política social en las personas que tienen más probabilidades de delinquir. Estudios científicos han demostrado en repetidas ocasiones que pequeñas cantidades de individuos, en general delincuentes prolíficos, son responsables de grandes cantidades de los delitos.

Los delincuentes prolíficos suelen tener muchos antecedentes penales y es probable que sean conocidos por la policía. La disuasión focalizada funciona al reducir la sensación de anonimato que los delincuentes prolíficos creen que disfrutan, y al alterar su percepción de la probabilidad de ser atrapados si cometen un delito. Al coordinar la forma en que varias instituciones de justicia penal gestionan a los delincuentes prolíficos y controlan estratégicamente sus acciones, se puede maximizar el efecto disuasorio de las sanciones. Este elemento de la estrategia se conoce como “accionar palancas”.

La disuasión focalizada también puede funcionar a través de mecanismos situacionales de prevención del delito, lo que significa que puede aumentar el esfuerzo para cometer delitos, aumentar el riesgo de ser atrapado, reducir las recompensas de cometer delitos y eliminar las provocaciones y excusas que alientan a los delincuentes a cometer delitos.

Las iniciativas de disuasión focalizada pueden funcionar a través de una variedad de mecanismos, más allá de la teoría de la disuasión y la prevención situacional del delito. Estos incluyen principios de ventanas rotas, eficacia colectiva, control social informal y justicia procesal.

El Rol del Análisis

Las iniciativas de disuasión focalizada no pueden implementarse fuera del contexto local. Repetir exactamente lo que otros departamentos policiales han hecho es poco probable que funcione. Un aspecto central de la lógica detrás de las técnicas policiales orientadas a problemas, como la disuasión focalizada, es que los problemas de delincuencia tienen características locales importantes que deben entenderse antes de desarrollar e implementar las soluciones pensadas.

Los problemas de delincuencia de cada comunidad son diferentes en algunos aspectos, incluso si las comunidades son similares en otros. Por lo tanto, en lugar de simplemente copiar lo que han hecho otros departamentos de policía, es importante observar cómo abordaron el problema, cómo lo analizaron y lo entendieron, para que podamos aprender cómo analizar y comprender nuestros problemas de delincuencia y así desarrollar intervenciones personalizadas que tienen más probabilidades de funcionar.

Al analizar un problema de delincuencia y desarrollar una política de disuasión focalizada, es importante tener en cuenta condiciones como:

  • La naturaleza de los problemas de violencia local.

  • Las características de las vínculos sociales del delincuente.

  • El volumen y la gravedad de los incidentes.

  • Los poderes de aplicación de la ley otorgados a la policía y otras instituciones de justicia penal.

  • La disponibilidad de servicios sociales.

  • La disposición de las instituciones de justicia penal y servicios sociales para colaborar.

  • La disposición de la comunidad para colaborar con la iniciativa.

Casi todas las iniciativas de disuasión focalizada se han guiado por el análisis de datos al menos para estos propósitos:

  • Definir la naturaleza, el alcance y la gravedad del problema.

  • Comprender la dinámica local del problema (incluidos los motivos, los métodos y las redes de personas involucradas).

  • Guiar la selección de personas con alto riesgo de ofender.

  • Elaboración de intervenciones que coincidan con las condiciones y recursos locales.

  • Evaluar la implementación y los efectos de la intervención.

A continuación, se ilustran los tipos de análisis que podrían ser relevantes para diseñar una iniciativa de disuasión focalizada:

  • Mapeo de los territorios de pandillas conocidas.

  • Estudiar la red social de pandillas.

  • Entrevistar a delincuentes para aprender sobre los motivos, métodos y percepción de riesgos.

  • Clasificación de incidentes violentos por motivo.

El análisis también es importante para evaluar cómo se lleva a cabo la implementación de la intervención. Esto es vital para hacer correcciones a mitad de la implementación si un elemento de la intervención no funciona, y para crear un registro que garantice el aprendizaje institucional y el intercambio de conocimientos.

Puede ser necesario trabajar con investigadores externos, de universidades o consultorías, para dirigir o ayudar en el análisis de datos.

Las Fases y Elementos Centrales de la Disuasión Focalizada

Fase 1 - Planificación e Implementación

La primera fase de una iniciativa de disuasión focalizada es pensar cuidadosamente sobre el plan y la implementación del programa. La implementación de iniciativas exitosas de disuasión focalizada requiere la coordinación entre múltiples partes. Por lo tanto, durante esta fase, es crucial relacionarse y comprometerse con partes interesadas cuyo apoyo es necesario para realizar la intervención.

Los objetivos de la Fase 1 son:

  • Involucrar a la comunidad

  • Involucrar al personal policial

  • Involucrar a socios externos para asegurar el apoyo y los compromisos de recursos

  • Establecer objetivos claros del programa

  • Establecer una infraestructura administrativa.

Fase 2 - Selección de Individuos de Alto Riesgo

Después de asegurar la participación de socios y la infraestructura necesaria para administrar la iniciativa de disuasión focalizada, el siguiente paso es decidir cómo se seleccionarán los individuos de alto riesgo.

La selección de los delincuentes de alto riesgo debe ser justa, objetiva y transparente. La mayoría de los individuos seleccionados (y la comunidad en general) no deben percibir que han sido seleccionados de manera injusta o arbitraria, sino que la selección está bien justificada. Debe quedar claro que la selección se basó en la frecuencia y/o severidad de delitos pasados. Del mismo modo, los delincuentes deben creer que pueden dejar de ser objeto de la intervención si cambian su comportamiento.

El tipo de delincuentes de alto riesgo que se elegirán dependerá del problema delictivo que desee abordar, como: delitos violentos, delitos relacionados con pandillas, delitos relacionados con el mercado de drogas, violencia doméstica, conducir en estado de ebriedad, etc. Por ejemplo, si se esta interesado en abordar crímenes violentos relacionados con pandillas, no tendría sentido seleccionar un individuo por su historia de conducir en estado de ebriedad.

A continuación, se debe decidir el umbral que se utilizará para seleccionar a los delincuentes para la intervención. Esta puede ser la frecuencia o severidad de ofensas previas (o una combinación de ambas). Factores adicionales pueden influir en los criterios de selección, como el papel de un individuo en una red social y su influencia en otros delincuentes.

Luego, se debe seleccionar a los delincuentes que se encuentren arriba del umbral especificado previamente utilizando evidencia objetiva, basada en datos sobre delitos anteriores, análisis de redes sociales, entrevistas y otras fuentes.

Por último, también debe decidir los criterios que se utilizarían para formalmente retirar a un individuo de la intervención.

Los objetivos de la Fase 2 son:

  • Desarrollar y probar un método para la selección de delincuentes de alto riesgo.

  • Identificar candidatos a ser clasficiados como delincuentes de alto riesgo.

  • Seleccionar a los delincuentes de alto riesgo

Fase 3 – Notificación

Uno de los elementos centrales de una iniciativa de disuasión focalizada es notificar a los delincuentes de alto riesgo seleccionados sobre la intervención. Recuerde que el efecto disuasorio del castigo sólo funciona si los delincuentes perciben que la probabilidad de ser atrapados es alta, por lo tanto, si los delincuentes no conocen la iniciativa de disuasión focalizada, es poco probable que la intervención funcione.

El mensaje general que deben recibir los delincuentes es del tipo siguiente:

Su delitos persistentes y graves nos han llamado la atención. El gobierno y la comunidad insisten en que deje de ofender porque estás lastimando a personas y a la comunidad. Si está dispuesto a detener tus acciones, recibirá toda la asistencia necesaria para crear un estilo de vida legítimo y exitoso para usted y su familia. Si no está dispuesto a detenerse, usted y sus asociados criminales estarán sujetos a todos los medios disponibles para obligarlos a detenerse.

Los delincuentes seleccionados son notificados de los detalles de la intervención en un entorno grupal en reuniones conocidas como reuniones o foros de notificación. Pero primero, la comunicación individual con los delincuentes y sus familias debe realizarse para convencerlos de que asistan a la reunión. Esto puede ser a través de una carta persuasiva. Es de crucial importancia para la intervención que las personas seleccionadas asistan a la reunión programada.

El objetivo de la reunión es que los delincuentes comprendan las consecuencias de sus acciones (ya sea continuando o desistiendo en su comportamiento criminal). La naturaleza pública de la reunión ayuda a reducir la sensación de anonimato de los delincuentes.

Los componentes clave del mensaje son:

  • Las amenazas del castigo deben ser claras y creíbles.

  • Las agencias de justicia penal deben especificar las acciones que están dispuestas a tomar contra los individuos seleccionadas (y sus asociados) que persistan en cometer delitos.

  • Las agencias deben asegurarse que se comunique claramente que se coordinarán y comunicarán entre sí para monitorear a las personas seleccionadas.

  • El mensaje debe ser respetuoso pero firme.

  • Los diferentes oradores deben ser consistentes y adherirse al plan acordado (posiblemente siguiendo un guion).

  • El mensaje debe reiterarse en las comunicaciones de seguimiento, ya sea en reuniones, en la calle o a través de cualquier medio adecuado.

Los objetivos de la Fase 3 son:

  • Establecer una buena relación con las familias y amigos de los individuos de alto riesgo.

  • Invitar a delincuentes de alto riesgo a la reunión de notificación.

  • Realizar la reunión de notificación

Fase 4: cumplimiento y prestación de servicios

El segundo elemento más importante de una iniciativa de disuasión focalizada es hacer un seguimiento de los compromisos adquiridos en la fase de notificación. Esto significa que las acciones coercitivas coordinadas contra los delincuentes seleccionados que persistan en su comportamiento criminal deben implementarse rápidamente. Además, se debe asegurar que los servicios prometidos a aquellos que desistan de su comportamiento criminal se pongan a su disposición inmediatamente.

Las acciones de cumplimiento pueden incluir:

  • Monitoreo previo al arresto

  • Arresto

  • Procesamiento judicial

  • Sentencia y monitoreo intensivo posterior a la liberación

  • Interrupción de las condiciones en las que los delincuentes cometen delitos.

  • Incautaciones de activos y bienes ilícitos

La prestación del servicio debe estar supeditada a que los delincuentes desistan de su comportamiento criminal, y también debe adaptarse a las necesidades del individuo. La asistencia bien intencionada que no sea relevante para el individuo no será particularmente efectiva. Esto puede requerir muchos recursos. Se recomienda tener trabajadores sociales específicos para cada caso.

Entre los servicios sociales que pueden ser relevantes están:

  • Capacitación y entrevistas de trabajo

  • Empleo

  • Tratamiento de adicciones

  • Tratamiento de salud mental

  • Asistencia familiar

  • Transporte

  • Alojamiento

  • Asistencia educativa

  • Entrenamiento de habilidades para la vida

  • Control de la ira

  • Mentoría de pares no criminales.

  • Apoyo espiritual.

Si bien la disuasión focalizada tiene como objetivo hacer un uso más estratégico de los mecanismos formales de control social para disuadir el comportamiento delictivo de un grupo selecto de individuos de alto riesgo, las intervenciones más efectivas también movilizan mecanismos informales de control social (como el que se ejerce a través de la familia, los amigos y la comunidad), para disuadir a los delincuentes.

Si el entorno social donde viven los individuos de alto riesgo promueve el comportamiento antisocial y criminal, es probable que el efecto disuasorio de las instituciones formales de control social (por ejemplo, la policía, los tribunales, el gobierno, etc.) se debilite. Por lo tanto, es importante que las iniciativas de disuasión focalizada se involucren a los controladores sociales informales y les den una buena razón para ponerse del lado de la intervención. Esto puede ser particularmente difícil en comunidades donde las relaciones con la policía son complicadas.

Por último, para problemas criminales relacionados a grupos delictivos (por ejemplo, violencia de pandillas), las iniciativas de disuasión focalizada pueden aprovechar la presión grupal para disuadir a los delincuentes. Esto se logra prometiendo (y realizando) acciones de cumplimiento concentradas en todos los miembros del grupo si uno de sus miembros persiste en ofender. Esto hace que todo el grupo sea vulnerable a las acciones de un individuo, y es un buen ejemplo del uso del control social formal para aprovechar los mecanismos informales de control social.

En resumen, los objetivos de la Fase 4 son:

  • Llevar a cabo la ejecución y el enjuiciamiento de los delincuentes de alto riesgo que se niegan a desistir de participar en actividades criminales.

  • Proporcionar servicios a delincuentes de alto riesgo que desistan de sus actividades criminales y soliciten asistencia.

Fase 5 - Comunicación de Seguimiento

Para fortalecer el efecto disuasorio de la intervención, es importante hacer un seguimiento de la notificación inicial con mensajes que detallen las acciones impuestas (por ejemplo, arrestos, juicios, sentencias) a las personas que persistieron en su comportamiento criminal. Esto ayudará a reforzar el mensaje inicial, subrayando la certeza, la rapidez y la severidad del castigo que aguardan a quienes no hagan caso de las advertencias.

También es importante comunicar los servicios que se han prestado a los individuos de alto riesgo que han desistido del delito. Esto ayudará a convencer a otros de que estarán mejor abandonando el estilo de vida criminal.

Por último, también debe mantenerse informadas a los socios y miembros de la comunidad involucrados en el programa sobre los éxitos y fracasos de la intervención, para mantenerlos involucrados en el esfuerzo.

Los objetivos de la Fase 5 son:

  • Informar a los delincuentes de alto riesgo y sus asociados criminales de las consecuencias (positivas o negativas) que se derivaron del cumplimiento o incumplimiento, y los comportamientos específicos que los desataron.

  • Mantener a las partes informadas sobre las medidas tomadas para penalizar o ayudar a los delincuentes de alto riesgo.

  • Informar al público en general sobre los principios de disuasión focalizada, y las principales acciones y resultados.

Fase 6 – Evaluación

Un tiempo después de que se haya implementado la intervención, se deberán realizar dos tipos de evaluaciones. La primera es una evaluación del proceso que detalla cómo se implementó la intervención (por ejemplo, cómo se seleccionaron y notificaron a los individuos, el contenido de las notificaciones, las acciones implementadas, etc.). La segunda es una evaluación de impacto para evaluar la efectividad de la intervención respecto a los objetivos planteados, así como evaluar si fue justa y rentable.

Para evaluar la efectividad, los indicadores deben medirse antes y después de la intervención. Algunos indicadores relevantes que podrían medirse son:

  • Cambio en el número de delitos que fueron el motivaron la intervención (por ejemplo, delitos violentos, delitos relacionados con pandillas, etc.).

  • Cambio en el número de delitos (relevantes a la intervención) cometidos por delincuentes de alto riesgo que recibieron la intervención.

  • Cambio en el número de delitos (de otro tipo) por parte de delincuentes de alto riesgo.

  • Cambios en las percepciones de la comunidad sobre el miedo al crimen.

Evaluaciones previas sugieren que los efectos de las iniciativas de disuasión focalizada tienden ser de gran magnitud y a observarse rápidamente cuando se trata de delincuentes violentos. Cuando se trata de delincuentes no-violentos, los efectos tienden a ser de menor magnitud y a notarse más lentamente.

Evaluar adecuadamente las intervenciones de disuasión focalizada requiere conocimientos y habilidades especializadas, por lo que tiene sentido asociarse con investigadores con experiencia en evaluaciones cuantitativas para la prevención del delito.

Las iniciativas de disuasión focalizada requieren muchos recursos, debido a la cantidad de agencias, socios y servicios sociales involucrados. Por lo tanto, es importante evaluar si la intervención fue rentable. Esencialmente, esto implica comparar la cantidad de recursos utilizados para la intervención con los ahorros monetarios asociados con sus efectos (por ejemplo, delitos prevenidos, recursos no gastados en encarcelamiento, etc.)

Los objetivos de la Fase 6 son:

  • Determinar si la intervención se está implementando según lo previsto

  • Determinar si la intervención está teniendo el impacto deseado de reducir los delitos específicos

  • Determinar si la intervención se percibe como justa y si es rentable

Administrar y Liderar una Iniciativa de Disuasión Focalizada

Las iniciativas de disuasión focalizada pueden ser difíciles de administrar porque involucran la colaboración de múltiples organizaciones, cada una con diferentes misiones, mandatos y requisitos organizacionales. Tales colaboraciones son particularmente difíciles de mantener a largo plazo.

Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a los administradores y líderes a mantener iniciativas de disuasión focalizada por más tiempo.

Protocolo

Los socios principales deben acordar un protocolo formal para la intervención que contenga:

  • Una definición acordada sobre problema que la intervención pretende abordar y los objetivos de la colaboración.

  • Qué información se compartirá con quién y cómo.

  • Cuándo y dónde se llevarán a cabo las reuniones.

  • Quién asumirá el liderazgo y la carga administrativa de la colaboración.

  • Cómo contribuirá cada socio a la colaboración.

Estructura organizacional

Ejecutar una intervención de disuasión enfocada necesita una estructura organizacional. Se recomiendan tres grupos de gestión:

  1. Un grupo de altos funcionarios para establecer políticas generales y asegurar recursos.

  2. Un grupo de supervisores de nivel intermedio para dar seguimiento diario, revisar los resultados del análisis, seleccionar delincuentes de alto riesgo y asegurar que los socios cumplan con sus responsabilidades.

  3. Un grupo de nivel operativo para implementar las respuestas específicas.

Duración de la intervención

Las organizaciones que participan en la intervención deben decidir si la iniciativa pretende ser una intervención de corto plazo (por ejemplo, un grupo de trabajo) o si tienen la intención de hacerla permanente (por ejemplo, institucionalizar su gestión).

Enfoque especializado o generalista

Dependiendo de los recursos disponibles, los socios también tienen que decidir si un enfoque especializado o generalista es mejor. En un enfoque especializado, es cuando un pequeño grupo de personas se dedica por completo a la iniciativa. Un enfoque generalista es cuando la implementación de la iniciativa es realizada por todo el personal, que también debe dedicar parte de su tiempo a sus tareas habituales.

Liderazgo sólido

Las iniciativas de disuasión focalizada requieren un liderazgo sólido. El liderazgo de las iniciativas de disuasión focalizada generalmente recae en la policía. Sin embargo, la policía debe tener cuidado de no tomar demasiado control, ya que todos los socios son dueños del proyecto. Tener una estructura de gestión clara puede ayudar a la iniciativa a soportar cambios, como las transiciones de liderazgo y la rotación del personal.

La Aplicación de Disuasión Focalizada a Problemas Delictivos Específicos

Las iniciativas de disuasión focalizada están destinadas esencialmente a reducir los incidentes delictivos cometidos por delincuentes prolíficos. Debido a que los delincuentes prolíficos tienden a cometer muchos tipos diferentes de delitos, las intervenciones podrían reducir varios tipos de delitos, además de los delitos que motivaron la intervención.

Algunas intervenciones se concentran en delincuentes que viven y operan en vecindarios específicos, por ejemplo, involucrados en pandillas o mercados locales de drogas. Por lo tanto, estas intervenciones combinan un enfoque en delincuentes de alto riesgo con intervenciones basadas en el lugar (como el policiamiento de puntos calientes).

No obstante, también es posible implementar iniciativas de disuasión focalizada para abordar los problemas de delincuencia y seguridad en los que los delincuentes no están agrupados geográficamente, como el abuso sexual, conductores en estado de ebriedad y la violencia doméstica. Sin embargo, el abordar estos problemas, puede significar que una reducción en la delincuencia general sea menos probable.

La mayoría de las iniciativas de disuasión focalizada han sido dirigidas a reducir la violencia de las pandillas juveniles, incluidas las pandillas pequeñas y desorganizadas, así como los grupos grandes y organizados. También se han ideado intervenciones para hacer frente a los mercados locales de drogas. Abordar estos tipos de delitos generalmente requiere una comprensión firme de las redes de personas que conforman estos mercados.

La disuasión focalizada también se ha utilizado para combatir la violencia doméstica. La intervención generalmente implica un enfoque escalonado para tratar con delincuentes de violencia doméstica: los delincuentes más graves son objeto de enjuiciamiento inmediato; los siguientes delincuentes más serios son seleccionados para notificación y monitoreo; y, los siguientes son informados de posibles monitoreos futuros.

También se han propuesto enfoques de disuasión focalizada para hacer frente a delitos organizados, tales como el tráfico ilegal transnacional y el terrorismo. Sin embargo, hasta la fecha parecen no han habido casos de éxito del uso de la disuasión focalizada.

Esta guía es una adaptación de la Guía No. 13, originalmente elaborada por Michael S Scott, de la serie de guías de Respuestas Específicas del Centro POP en ASU. Consulte la fuente original.

Referencias

Braga, A.A., Weisburd D. and Turchan, B. (2019). Focused deterrence strategies effects on crime: A systematic review. Campbell Systematic Reviews, Campbell Collaboration. https://doi.org/10.1002/cl2.1051

Martinez, N. N., Lee, Y. J., Eck, J. E., & SooHyun, O. (2017). Ravenous wolves revisited: A systematic review of offending concentration. Crime Science, 6(1), 703. https://doi.org/10.1186/s40163-017-0072-2

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