Traspasando y Compartiendo la Responsabilidad de los Problemas de Seguridad Pública

Introducción

El público hace un llamado a la policía para que responda a una amplia gama de problemas y que realice una diversidad extraordinaria de tareas, y al mismo tiempo asume que la policía tiene la experiencia y los recursos para hacerlo. Muchos de estos problemas y tareas recaen en la policía a través del incumplimiento de otros: desde brechas en los servicios gubernamentales hasta el abandono de responsabilidades por parte de ciudadanos, compañáis y otras organizaciones. Esto siempre ha sido una preocupación. En los últimos años, a través de un enfoque más metódico de la policía, se está presionando por una distribución más racional de responsabilidades basada en una examinación detallada de las diferentes facetas del trabajo policial.

Esta guía detalla como la policía puede persuadir u obligar a otros actores a hacerse cargo de problemas delictivos o de desorden público.

Los problemas de seguridad pública son comúnmente abordados a través de una combinación de respuestas; rara vez es suficiente sólo un tipo de respuesta. Por supuesto, muchos de los problemas de seguridad pública son adecuadamente abordados por la policía en el ejercicio de su autoridad y experiencia normales. Sin embargo, y cada vez más, la policía y otras instituciones están descubriendo que no sólo ellos tienen la autoridad y experiencia para responder a muchos de los problemas de seguridad pública. En consecuencia, la policía ha llegado a depender en gran medida de otros para ayudarlos a responder de manera efectiva al delito. Cada vez hay más evidencia de que al abordar las condiciones subyacentes de los problemas delictivos, en vez de limitarse a sólo detener a los delincuentes, la policía puede prevenir y controlar estos problemas de manera más efectiva.

También existe evidencia creciente—de la cual gran parte se encuentra en la literatura sobre prevención situacional del delito—que demuestra cómo los problemas de seguridad pública pueden ser prevenidos, reducidos y controlados con poco o ningún involucramiento policial, un proceso por el cual indudablemente la policía se beneficia.

Una vez identificado el problema y la estrategia para solucionarlo, es importante determinar cuál de las diversas partes interesadas está mejor posicionada para implementar y aplicar la solución propuesta. Dependiendo de la situación, la policía, los ciudadanos, el sector privado o el gobierno pueden tener alguna responsabilidad para abordar el problema. En algunos casos, está claro que la policía son la mejor opción. Por ejemplo, cuando se necesita una investigación criminal y detenciones de individuos, la policía suele ser la responsable, ya que la mayoría de las otras entidades no cuentan con la autoridad o experiencia para realizar esas tareas. En otros casos, aunque la respuesta es clara, podría haber un número de actores viables capaces de aceptar la responsabilidad de llevar a cabo la respuesta a buen término. Por ejemplo, cuando se requiere educar, advertir o asesorar a la ciudadanía no queda claro si la policía u otra entidad debería hacerse responsable de desarrollar y transmitir el mensaje.

Existen unas pocas reglas claras que dictan quién es el principal responsable para abordar un problema específico de seguridad pública. Por ejemplo, las reglas que dictan quién es responsable de prevenir y controlar el robo minorista. ¿Es la policía? ¿Son las tiendas? ¿El consumidor? ¿La aseguradora? La dificultad surge porque cada problema proviene de una variedad de fuentes, en las cuales recae parte de la responsabilidad de resolverlo. Mucho depende de quién posee las habilidades, el conocimiento, la autoridad y los recursos para implementar cambios que pueden reducir o controlar el problema de manera efectiva. Sin embargo, mucho también depende en quién posea el poder político para evitar aceptar la responsabilidad—delegando a otros, incluida la policía, la responsabilidad de abordar el problema.

Esta guía se enfoca en los problemas que la policía acepta como parte de su mandato y que se sienten obligados a abordar—incluso cuando aceptar parte de la responsabilidad frente a un problema no implica aceptar que la policía debería ser la única responsable por resolverlo.

Aunque algunas personas no van a cuestionar la base sobre la cual la policía solicita a otros que asuman la responsabilidad de abordar un problema, la solidez de tales solicitudes puede fortalecerse si la policía puede explicar convincentemente los fundamentos de la solicitud, incluyendo:

  • Cómo el cumplimiento de la solicitud abordará el problema;
  • La base del conocimiento policial respecto a la efectividad de la respuesta propuesta;
  • Qué medidas ha tomado la policía para resolver el problema;
  • Las limitaciones de esas medidas; y,
  • Los beneficios para todas las partes interesadas si las nuevas prácticas se adoptan de forma voluntaria.

Cada vez más, la policía busca traspasar y compartir la responsabilidad de abordar los problemas de seguridad pública, en gran parte debido a varias tendencias dentro y fuera de la profesión policial, que incluyen:

  • Un mayor énfasis policial en la prevención y proactividad.
  • Mayor énfasis y capacidades para realizar análisis detallados de cargas de trabajo policial.
  • El reconocimiento de que incidentes a menudo se dan en concentraciones específicas (lugares comunes, delincuentes, víctimas y horas) que, si se gestionan con eficacia, pueden reducir en gran medida la magnitud del problema.
  • Un mayor énfasis en la eficiencia, especialmente en tiempos de presupuestos ajustados y mayor conciencia fiscal.

Determinar y asignar la responsabilidad de abordar problemas de seguridad pública será cada vez más importante a medida que mejore la compresión general de las causas de los problemas y la mejor manera de resolverlos. Hasta que se realicen mejores arreglos con las comunidades locales y con la sociedad en general para determinar y asignar tales responsabilidades, seguirá siendo responsabilidad de la policía analizar estos problemas y tomar la iniciativa para asignar las funciones para abordarlos.

La policía orientada a problemas depende en gran medida de colaboraciones sólidas y de confianza mutua entre la policía y otras entidades, colaboraciones en las que cada parte asume una justa su parte de responsabilidad. El objetivo principal de la policía orientada a problemas es adoptar respuestas a los problemas de la comunidad que sean más equitativas y efectivas que las respuestas actuales. La policía no debe comenzar simplemente a desprenderse de la responsabilidad de diversas tareas. Sólo después de una cuidadosa exploración y análisis que la policía debería concluir que alguien más debería estar haciendo algo diferente para controlar mejor un problema delictivo en particular.

Métodos para Traspasar y Compartir la Responsabilidad de lo Problemas de Seguridad Pública

La policía puede aplicar una variedad de métodos para lograr que otros asuman una mayor responsabilidad sobre estos problemas. La lista de métodos que se presenta a continuación no pretende ser exhaustiva o definitiva, sino más bien ilustrativa. Una forma en que los métodos difieren es el grado de coerción que la policía aplica para lograr su objetivo. La lista comienza con métodos que son generalmente menos coercitivos y continúa con aquellos generalmente más coercitivos, aunque el grado de coerción puede depender del contexto específico y no necesariamente de la naturaleza del método aplicado.

Métodos para convencer a otros de aceptar la responsabilidad de problemas de seguridad pública

  • Educar a otros respecto a sus responsabilidades sobre el problema
  • Hacer una solicitud informal directa de alguna entidad para asumir la responsabilidad del problema.
  • Hacer una solicitud confrontacional dirigida a alguna entidad para asumir la responsabilidad del problema.
  • Involucrar a otra organización existente que tenga la capacidad para ayudar a abordar el problema.
  • Presionar para la creación de una nueva organización para que asuma la responsabilidad del problema.
  • Avergonzar a la entidad en falta llamando la atención públicamente sobre su falta de responsabilidad por el problema.
  • Retirar los servicios policiales relacionados con ciertos aspectos del problema.
  • Presionar por una legislación que obligue a las entidades a tomar medidas para prevenir el problema.
  • Llevar a cabo una acción civil o demanda para obligar a las entidades a aceptar responsabilidad por el problema.

En muchos casos, pueden tener sentido emplear primero los métodos que son relativamente no coercitivos y pasar a métodos más coercitivos sólo si los primeros no logran la cooperación deseada.

En su forma definitiva, el esfuerzo policial para traspasar la responsabilidad por problemas de seguridad pública implica ayudar a otros a desarrollar la capacidad de identificar y rectificar problemas sin una mayor intervención policial. A falta de un cambio completo en la responsabilidad, en la mayoría de los casos la policía busca trasladar o compartir parte de ella con respecto a un problema específico, limitado en el tiempo y el espacio.

En muchos casos, la policía y otros emplean una variedad de métodos para abordar un problema, lo que complica los esfuerzos para comprender con precisión el efecto que cada método ha tenido sobre éste. Los métodos utilizados no son mutuamente excluyentes.

Es importante mencionar dos aspectos importantes que deben ser considerados. Primero, muchos de los ejemplos citados a continuación provienen de informes preparados por agencias policiales. Aunque tales informes han sido ampliamente aceptados y considerados creíbles, pocas de estas iniciativas se han beneficiado de una evaluación rigurosa e independiente; en consecuencia, las conclusiones extraídas no deberían considerarse absolutas. Segundo, algunos métodos que la policía pudiera proponer para persuadir a otros asumir mayores responsabilidades podrían enfrentar desafíos legales. La policía debería hacer uso completo de sus consejeros legales cuando tales desafíos sean probables. Sin embargo, sería aconsejable que los asesores legales no desechen todas las iniciativas que puedan enfrentar tal desafío. El análisis legal adecuado en un contexto orientado a problemas puede, en su conjunto, concluir que el grado de coerción inherente a la nueva alternativa sea menos intrusivo y más refinado que la práctica actual. Por ejemplo, una orden legal que controla la solicitud de prostitución podría ser preferible—tanto en su condición de justa y en su efectividad—que el uso excesivo continuo de detenciones y procesamientos indiscriminados.

Educar a las Víctimas y a los Delincuentes

La policía ha estado involucrada durante mucho tiempo en transmitir sistemáticamente información al público sobre cómo prevenir el delito. Esto se hace mediante presentaciones, folletos y una variedad de otros programas. Algunos de estos esfuerzos están dirigidos al público general; otros están dirigidos a grupos específicos. Los mensajes educacionales y los programas están dirigidos hacia víctimas potenciales, instruyéndoles cómo evitar la victimización, o hacia potenciales delincuentes, instruyéndoles sobre cómo evitar delinquir. Sin embargo, es esencial para todos estos esfuerzos el hecho de que aquellos a quienes se dirige el mensaje estén en condiciones de tomar medidas que los protegerán de la victimización o a evitar cometer delitos. Dichos materiales y presentaciones educacionales son generalmente discretos; uno puede tomar el consejo o ignorarlo. Los mensajes educativos a potenciales delincuentes toman un tono de ayuda en lugar de uno de advertencia: están dirigidas a personas que tienen a obedecer la ley, pero que pueden delinquir por ignorancia o descuido.

Ejemplos

  • Un análisis de la policía de San Diego, California, encontró que un alto porcentaje de los casos de agresión sexual eran violaciones por personas conocidas entre sí que involucraron a adolescentes. Al examinar y analizar los archivos de casos relevantes, la unidad de delitos sexuales identificó patrones de conducta que condujeron a tales agresiones, y luego elaboró un plan curricular escolar diseñado para informar a los estudiantes sobre la reducción del riesgo de victimización. La iniciativa produjo folleto—diferentes para hombres y mujeres—que buscaban informar a los estudiantes, usando lenguaje y escenarios que les resultaran familiares, sobre lo que constituye una violación por alguien conocido, cómo las mujeres pueden evitar ser víctimas y como los hombres pueden evitar cometer una violación.
  • Preocupada por el problema del consumo de alcohol entre menores, la policía de Plano, Texas, desarrolló una presentación para los propietarios y gerentes de tiendas con licencia para vender bebidas alcohólicas describiendo las medidas que podrían tomarse para ayudar a los empleados de las tiendas a cumplir con las leyes que prohíban la venta de alcohol a menores. Aunque las advertencias severas y la aplicación de la ley fueron los componentes esenciales de la iniciativa, la policía encontró que algunos empleados estaban confundidos respecto a la ley y sobre cómo detectar intentos irregulares de comprar alcohol. En consecuencia, los programas informativos fueron más que una forma de emitir una advertencia cortés; de hecho, ayudaron a las personas que se inclinaban a cumplir con la ley a efectivamente hacerlo.
  • Para abordar el problema de los niños que son atropellados por automóviles, la policía en Hamilton-Wentworth, Ontario, encabezó una iniciativa para desarrollar material educativo y programas diseñados para enseñar a los niños a cómo cruzar la calle de manera segura. Estos elementos estaban basados en un cuidadoso entendimiento de cómo los niños pequeños aprenden mejor, cómo aplican nuevas reglas y habilidades, y su creación fue asesorada por ingenieros de tránsito, educadores, profesionales del cuidado infantil, padres y funcionarios de salud pública.

Hacer una Solicitud Informal Directa

El uso de solicitudes directas es un primer paso natural que la policía da cuando busca que individuos u organizaciones específicas se responsabilicen de atender un problema delictivo. Naturalmente, una respuesta positiva a la solicitud inicial evita la necesidad de cualquier aumento de presión.

Aquí, la policía no está simplemente transmitiendo consejos preparados sobre prevención a una gran audiencia. Por el contrario, se centran en solicitar a la ciudadanía que resuelvan un problema inmediato mediante una acción de remediación específica. Aunque el hecho de que la policía esté levantando la solicitud podría implicar que habrá consecuencias. Si estas se ignoran, a menudo ocurre que la policía meramente está informando a un ciudadano de algo de lo que no estaba al tanto, y el ciudadano cumple la solicitud con gratitud y cortesía.

Ejemplos

  • La policía en Chula Vista, California, concluyó que las nuevas viviendas sociales eran vulnerables al robo simplemente porque muchas de las casas no estaban diseñadas para protegerse contra éste. Basada en su análisis del problema, la policía desarrolló una serie de recomendaciones sobre cómo se podrían diseñar y construir nuevas viviendas para disuadir el robo, e hizo una completa presentación de sus hallazgos a ejecutivos de las mayores empresas de desarrollo inmobiliario en el área. Finalmente, los desarrolladores firmaron un memorando de entendimiento mediante el cual acordaron instalar las cerraduras y ventanas recomendadas en todas las casas nuevas y así ayudar a la policía con medidas de prevención de robo.

Hacer una Solicitud Confrontacional Dirigida

Uno de los resultados más claros de los cambios recientes en las policías es la creciente tendencia de las agencias policiales a confrontar agresivamente a aquellos responsables de un gran volumen de incidentes que la policía debe manejar. La policía suele recurrir a este modo más confrontacional cuando las solicitudes directas son ignoradas.

Por lo general, la policía documenta cómo un problema es causado y agravado por la acción (o la falta de acción) de otros. La evidencia resultante se presenta a la parte infractora, junto con una solicitud para que se tomen las medidas preventivas. Lo que se busca es que, cuando se vean confrontados con dicha documentación, la parte se sienta obligada a asumir la responsabilidad de tomar las medidas preventivas necesarias.

Los esfuerzos de un trabajo policial comunitario, que ponen mucho énfasis en cultivar relaciones con ciudadanos afectados por problemas, también contribuyen a un aumento de las solicitudes confrontacionales. Ya sea enfrentándose a un fumadero de drogas ilegales, un bar problemático o una riña en el parque, la policía puede sentirse empoderada para actuar de manera más confrontacional en virtud del apoyo que recibe de los ciudadanos agraviados.

Ejemplos

  • La policía en Peel, Ontario, identificó establecimientos con una alta incidencia de servir alcohol a personas posteriormente detenidas por conducción en estado de ebriedad, y reenvió la información a la junta local expendedora de licencias de venta de alcohol. Armados con estos datos, los funcionarios de licencias confrontaron a los dueños de los establecimientos problemáticos, les aconsejaron tomar medidas preventivas, y ofrecieron asesoramiento detallado y capacitación para la gerencia y el personal respecto a cómo cumplir con sus obligaciones legales. Estas solicitudes confrontacionales fueron hechas antes del inicio de cualquier investigación formal con el fin de permitir que los propietarios cumplan voluntariamente con la ley.

Involucrar a otra organización existente

Gran parte del trabajo policial consiste en manejar problemas y casos que se escapan de la red de seguridad social o que no pueden ser atendidos por otras agencias debido a recursos limitados: personas con condiciones psiquiátricas que no son atendidas adecuadamente por la comunidad; personas con adicciones que no reciben servicios de tratamiento apropiados; parques, parques infantiles y viviendas sociales sin mantenimiento adecuado; autos y casas abandonadas, etc. En tales casos, la policía a veces intenta traspasar la responsabilidad de prevención del delito a otra agencia gubernamental u organización no-gubernamental que brinde servicios relevantes en la comunidad.

La investigación en profundidad del tipo requerido en la el trabajo policial orientado a problemas a menudo identifica un incumplimiento o brecha en los servicios que, de ser corregida, reduciría o eliminaría un problema. Aunque una situación o circunstancia particular puede caracterizarse como un delito o un problema policial, la investigación en profundidad a menudo redefine el problema e identifica de manera más clara las condiciones que contribuyen a éste. Por lo tanto, un problema inicialmente denunciado como adolescentes ruidosos y amenazantes puede, después de un análisis más detallado, resultar ser un caso de relaciones conflictivas entre ciudadanos de la tercera edad y adolescentes provocado por las políticas de una escuela en el vecindario. Involucrar a las autoridades escolares en la exploración de estrategias preventivas puede resultar en que asuman la responsabilidad del problema.

Intercambiar estrategias preventivas a otra agencia puede crear tensión si es que la agencia percibe a la iniciativa policial como un intento de dictar las estrategias de la agencia o descargar en ella trabajo que no le corresponde. Esto es particularmente cierto durante periodos de ajustes en el gobierno donde los presupuestos pueden ser limitados. Es posible que otras agencias no estén posicionadas para proveer el tipo o nivel de servicio recomendado por la policía, y podrían necesitar recursos adicionales para satisfacer estas nuevas demandas de servicio.

Es igualmente importante que la policía establezca una atmósfera de confianza y entendimiento mutuo entre ellos y las agencia con intereses comunes; la aplicación de medidas más coercitivas para traspasar la responsabilidad sólo se justifica cuando la confianza y el entendimiento mutuo se han roto. De hecho, algunas personas y organizaciones pueden ver tales solicitudes como útiles en lugar de coercitivas. En algunos casos, la documentación policial de un problema ha sido utilizada por autoridades locales y organizaciones gubernamentales para justificar programas que han defendido durante mucho tiempo. En otros casos, grupos privados han utilizado la documentación policial para justificar expansiones en sus programas y presupuestos de apoyo.

Ejemplos

  • Basándose en un cuidadoso análisis de datos, la policía de Blackpool, Inglaterra, persuadió a otras autoridades de que los delincuentes prolíficos con problemas de drogadicción debían recibir un tratamiento intensivo y otros servicios sociales inmediatamente después de ser liberados. Esto iba en contra de las prácticas convencionales, en las que muchos delincuentes recién liberados se veían obligados a esperar largos periodos de tiempo para recibir tratamiento para sus adicciones, lo que provocaba que la mayoría volviera a consumir drogas y delinquir. La policía involucró a supervisores de libertad condicional, fiscales, trabajadores sociales y proveedores de tratamiento de adicciones para garantizar que los delincuentes que calificaban y que estuvieran dispuestos a aceptar estos servicios los recibieran de manera oportuna y confiable. Una evaluación de un año de duración indicó que la iniciativa arrojó una reducción de un 30% en el crimen denunciado en el área objetivo, no hubo evidencia de desplazamiento geográfico, y evidenció que la mayoría de los delincuentes que participaron en el programa habían delinquido menos mientras recibían tratamiento que en un periodo comparable antes del tratamiento.
  • La policía en Fremont, California, logró persuadir al programa local de asistencia a víctimas de violencia doméstica para que aceptara referencias directas de oficiales de policía. La policía demostró mediante análisis que había una necesidad crucial para darle servicios de alta prioridad a víctimas reiteradas de violencia doméstica. Anteriormente, las propias víctimas tenían que buscar tales servicios. Una evaluación de la intervención indicó una reducción demostrable en las llamadas repetidas a servicios policiales por parte de víctimas de violencia doméstica. En esta instancia, si bien la policía asumió una mayor responsabilidad para tratar con víctimas y agresores de violencia doméstica crónica, su relación de trabajo más cercana con otros proveedores de servicios les permitió concentrar recursos policiales y de servicios sociales limitados en los individuos más problemáticos.

Presionar para la creación de una nueva organización

La policía no siempre está en condiciones de implementar medidas que aborden mejor un problema específico, y puede que no haya otra entidad apropiada para hacerlo. Entonces, la policía podría encontrarse abogando por la creación de una nueva organización con el mandato y los recursos para abordar el problema de manera efectiva.

Con el aumento de los esfuerzos para organizar vecindarios, especialmente en grandes áreas urbanas, con frecuencia no es necesario que la policía sea el catalizador principal de dichos esfuerzos; en cambio, la policía a menudo asume un papel de apoyo. También hay situaciones en donde una organización comunitaria crece orgánicamente debido a la preocupación por un problema dado, con el apoyo de la policía. Sin embargo, a medida que las organizaciones comienzan a existir y son fortalecidas, la policía descubre que gradualmente se puede transferir responsabilidades de estrategias de prevención específica a estas nuevas entidades.

Ejemplos

  • La policía en Racine, Wisconsin, concluyó que una solución para mejorar vecindarios con problemas de fumaderos de drogas era comprar propiedades problemáticas y convertirlas para usarlas como estaciones de policía comunitarias o repararlas y venderlas a ocupantes responsables. Para lograr esto, la policía convenció a líderes empresariales locales a crear una organización privada sin fines de lucro que pudiese comprar y vender bienes raíces para los fines propuestas por la policía y el gobierno de la ciudad. Este nuevo acuerdo condujo a la compra y rehabilitación de un número significativo de propiedades residenciales, e inspiró otras remodelaciones privadas en vecindarios problemáticos. La iniciativa resultó en reducciones dramáticas en los delitos violentes y contra la propiedad, una reducción concomitante en llamadas a los servicios de policía y una mejora sustancial en la disponibilidad de viviendas en las áreas objetivo.
  • La policía en Fontana, California trabajo con más de 20 organizaciones de caridad, iglesias y empresas locales para formar una nueva red de servicios para individuos indigentes, muchos de los cuales estaba generando mucho trabajo para la policía por su comportamiento problemático y delictivo. La llamada “Red de Enriquecimiento Transitorio” consolidó una gama de servicios para personas indigentes, proporcionando instalaciones centrales donde las necesidades especiales de cada individuo—salud mental y física, empleo, vivienda, comida, refugio, o abuso de sustancias—podrían ser diagnosticadas y abordadas. Esta nueva red inspiró a oficiales de policía a lidiar más directamente con individuos en situación de calle, confiando en que al hacerlo conduciría a mejoras en la conducta y circunstancias del individuo. Los resultados iniciales fueron abrumadoramente positivos: más de 500 individuos se beneficiaron del programa en sus primeros dos años de operación. Además, los delitos y las llamadas a servicios de policía atribuidos a personas sin hogar disminuyeron sustancialmente.

Avergonzar a entidades en falta

La vergüenza pública es a menudo un paso intermedio entre la confrontación privada anteriormente descrita y recurrir a acciones legales. Se pone mucho en juego al avergonzar en público, tanto para la policía como para aquellos contra quien se dirige la acción. Por ello, la policía obviamente debe estar armada de argumentos sólidos y comprobables. La reputación pública es de gran valor para las personas, empresas y agencias; por lo tanto, ser desacreditado públicamente por la policía puede tener consecuencias de largo plazo significativas. Este método de traspasar la responsabilidad puede ser percibido como el más coercitivo. En consecuencia, la policía generalmente recurre a él sólo después que métodos más privados de persuasión han fallado. La meta de la policía es llamar a la atención pública sobre la naturaleza del problema, los factores que causa o contribuyen a éste, que tan razonables son las solicitudes de la policía, la negativa o falta de respuesta a medidas menos coercitivas, y los argumentos para responsabilizar a otros por sus contribuciones al problema.

Ejemplos

  • La policía en Lanchashire, Inglaterra, envió cartas a los propietarios de vehículos vistos andando en áreas donde la prostitución callejera era un problema. Aunque el tono de las cartas era totalmente informativo, el efecto tácito—y sin duda la intención—de las cartas era exponer a los potenciales clientes a pasar una posible vergüenza pública al crear el riesgo de que otros pudieran leer las cartas. Del mismo modo, la policía en muchas jurisdicciones colabora con medios de comunicación locales para publicitar los arrestos de personas detenidas solicitando prostitución en la calle.
  • En un esfuerzo por reducir los problemas relacionados con el consumo de alcohol en Green Bay, Wisconsin, los oficiales de policía persuadieron a medios de comunicación locales a que expusieran tanto las prácticas irresponsables de ciertos dueños de bares y la falta de aplicación de la ley de algunos inspectores. Este esfuerzo, en conjunto con otras acciones, resultó en el cierre de varios bares problemáticos a través de la aplicación más estricta de licencias de venta de alcohol y una concomitante reducción en llamados a la policía. Todo este accionar inspiró un nuevo desarrollo económico y una completa transformación en el área.

Retirar los servicios policiales

Ocasionalmente, la policía busca forzar la adopción de estrategias preventivas al negarse a responder, investigar, detener o tomar otras medidas oficiales cuando un individuo u organización se ha negado a implementar medidas diseñadas para reducir la probabilidad de victimización. Si un retiro completo del servicio no es factible, la policía puede responder con menos recursos, lo que se puede hacer reduciendo la prioridad dada a ciertos tipos de incidentes poniendo más de la carga de la denuncia a quién la reporta o reduciendo el nivel de seguimiento después de recolectar la información inicial del caso.

Por lo general, el retiro o modificación de los servicios policiales ocurre en el contexto de un negocio o empresa, donde existe evidencia abrumadora de que el problema sería eliminado si se implementaran ciertas medidas (las cuales el propietario u operador no implementará en base a una creencia que de hacerlo reduciría sus ventas).

El retiro completo del servicio policial es raro, probablemente porque la policía es reacia a ser vista como rehusándose a hacer lo que otros perciben como “su trabajo”. La policía también puede preocuparse de que el hecho de no responder a una simple solicitud de asistencia pueda resultar en que no se atienda una infracción más grave que la solicitud original.

La mayoría de los retiros de servicio surge de transacciones comerciales que son temas principalmente civiles más que penales. A continuación, se presentan algunos ejemplos típicos.

Ejemplos

  • Algunas agencias de policía se niegan a responder a denuncias sobre automovilistas que dejan las estaciones de autoservicio sin pagar por la gasolina cuando una estación ha experimentado un alto volumen de casos, pero se ha negado a instalar un sistema de prepago. Alternativamente, la policía podría simplemente negarse a enviar a un oficial para que haga un procedimiento en torno a dicho incidente y exigir al personal de la estación de servicio que presente un formulario en la estación.
  • La policía puede negarse a gastar tiempo y recursos en incidentes que involucren la falta de devolución de propiedad arrendada, como herramientas, electrodomésticos o muebles, sabiendo que la retención del número de una tarjeta de crédito u otro método de seguridad eliminaría dichos incidentes. Las llamadas “tiendas de alquiler con opción de compra” pueden generar un alto volumen de robos en jurisdicciones donde los requisitos de verificación de clientes son laxos.

Presionar por Legislación

Además de recurrir a las numerosas leyes que prohíben directamente la conducta ilegal y perjudicial, la policía ha recurrido durante mucho tiempo a una variedad de órdenes municipales y regulaciones administrativas diseñadas para gestionar y controlar las condiciones que fomentan y generan delitos y daños. Estos reflejan un juicio legislativo que ciertas empresas, organizaciones e individuos son responsables de asegurarse que las actividades en las que participan se llevan a cabo de manera segura y ordenada; un buen ejemplo es la extensa regulación de la venta de bebidas alcohólicas. La policía ahora comúnmente establece condiciones para emitir permisos para eventos públicos tales como desfiles, festivales, manifestaciones y fiestas callejeras—condiciones que requieren que los organizadores del evento brinden seguridad al público y eviten el desorden y el delito. La responsabilidad principal de tales medidas recae en el titular de la licencia o permiso. El rol de la policía es secundario: para reforzar la responsabilidad del titular a través de la aplicación de la normativa. En virtud del conocimiento especial que han adquirido analizando problemas de delincuencia y desorden, la policía a menudo está en condiciones de proponer nuevas leyes y reglamentos específicos que le asignen responsabilidad de controlar las condiciones criminogénicas a ciertas personas, empresas o grupos, y que imponen sanciones a quienes no lo hacen.

La adopción de medidas de esta naturaleza suele ir precedida primero por debates públicos informales y luego por audiencias públicas formales. En el escenario típico, los individuos sobre quienes recaerá la nueva carga regulatoria usualmente se oponen a la propuesta.

Ejemplos

  • Para reducir los robos residenciales, algunas ciudades han implementado códigos que exigen características de diseño y construcción que prevengan dichos delitos. Algunos códigos de construcción, como el implementado en Overland Park, Kansas en 2003, van más allá de simplemente requerir cerraduras en puertas y ventanas, ya que regulan características tales como la iluminación, la vigilancia natural y la resistencia de puertas y ventanas.
  • Como parte de una iniciativa para reducir las agresiones con objetos de vidrio en las calles de Liverpool, Inglaterra, la policía del condado de Merseyside persuadió al Ayuntamiento de Liverpool para que promulgara un reglamento que hiciera a los propietarios de establecimientos vendedores de alcohol responsables de prevenir que las botellas y vasos de vidrio fueran sacados de sus locales. Luego, la policía convenció al Ministerio del Interior del Reino Unido para que aprobara una nueva legislación que autorizara a la policía a confiscar contenedores de vidrio transportados en las calles del centro de Liverpool. Estas acciones legislativas ayudaron a reducir drásticamente el número de lesiones asociadas a objetos de vidrio en el área objetivo.

Llevar a cabo una Acción o Demanda Civil

Existen varios caminos por los cuales la policía pueden iniciar acciones legales para obligar a las personas y organizaciones a implementar medidas para prevenir el delito y el desorden. Esta estrategia normalmente es reservada para las condiciones más complejas y se emplea únicamente como un último recurso porque, con algunas excepciones, el proceso es difícil y los costos son altos.

Los estudios relacionados con el problema de las drogas inevitablemente centran la atención en los “fumaderos de drogas.” La búsqueda de una alternativa a simplemente recolectar evidencia y detener a individuos ha llevado a la policía a desempolvar procedimientos poco utilizados y a generar acciones legales específicamente diseñadas que les permita, a través de un procedimiento judicial y la presentación de evidencia adecuada, confiscar bienes raíces asociados con una alta incidencia delictiva. Esta autorización legal, marcada por algunos esfuerzos exitosos, tiene la intención de obligar a los dueños de inmuebles a asumir una mayor responsabilidad de controlar las actividades que tienen lugar en sus propiedades.

Ejemplos

  • La policía en Oakland, California, presentó una demanda contra la casa matriz de una franquicia internacional de moteles por no controlar el tráfico de drogas, prostitución y una variedad de delitos y desórdenes en su propiedad. La demanda fue posterior a repetidos intentos de la policía de educar a los administradores y ejecutivos respecto de los problemas del motel, las solicitudes de mejora y las advertencias de posibles consecuencias legales. En este caso, la policía aumentó constantemente la presión sobre la casa matriz de una manera cuidadosa y medida. De hecho, la unidad especial del Departamento de Policía de Oakland que interpuso la acción civil había desarrollado un proceso formal para documentar tales problemas y para ejercer niveles crecientes de presión sobre los administradores y propietarios del negocio.

Construyendo el Caso para Traspasar la Responsabilidad

El proceso que conduce a los esfuerzos policiales para traspasar y compartir la responsabilidad generalmente implica:

  • Documentar la magnitud de un problema específico
  • Identificar las condiciones que contribuyen al problema
  • Establecer un vínculo entre tales condiciones y el individuo, empresa u organización considerada responsable de ellas.

Por lo tanto, la recolección de información detallada, incluidos datos estadísticos, es una parte fundamental del proceso antes de que éste avance. Debido a que la policía está utilizando grados crecientes de poder gubernamental, tales estudios deben ser llevados a cabo meticulosamente para asegurar precisión y equidad y, cuando resulten en una propuesta, poder presentar el caso más sólido posible.

Gran parte del conocimiento acumulado en el que confía la policía para abogar y traspasar y compartir la responsabilidad de abordar problemas se basa en información que han adquirido a través de años de experiencia. El valor de la experiencia policial es en ocasiones subestimado por quienes sólo confían en altos estándares de ciencias sociales y análisis de políticas públicas para informar las decisiones políticas; por el contrario, dicha experiencia es a veces sobreestimada por quienes creen que “el conocimiento callejero” tiene más peso que el conocimiento basado en investigación. Gran parte del conocimiento policial respecto a la prevención y control del delito y el desorden en gran medida nunca ha sido probado. Esto no disminuye totalmente su valor, y sigue existiendo una necesidad crítica de capturar, probar y refinar la experiencia policial, contribuyendo así a un cuerpo de conocimiento más formal para apoyar las prácticas policiales.

Midiendo la Efectividad de las Nuevas Respuestas

Cuantificar la efectividad puede resultar complejo ya que la policía a menudo aplica varias respuestas a un problema, algunas involucrando acción directa (aplicación de la ley y presencia policial) y otras involucrando acción indirecta (persuasión y coerción del tipo descrito anteriormente). Determinar el efecto de cada respuesta de manera aislada puede ser un verdadero desafío metodológico.

Algunas personas pueden sentirse incómodas porque la policía trata en ocasiones a los ciudadanos de una manera dura. Tales preocupaciones son ciertamente justificables cuando se realizan solicitudes y amenazas sin que éstas sean sustentadas con hechos. Es por ello que un alto estándar de cuidado en la recolección y análisis de los hechos puede ser una protección efectiva contra el abuso. Adicionalmente, la investigación en profundidad de un problema específico puede incluso identificar medidas específicas que tienen el potencial para prevenirlo efectivamente. Recolectar datos concretos respecto a un problema específico puede desempeñar un papel central para convencer a otros de la seriedad de la situación, así como también puede servir de evidencia cuando la estrategia preventiva implique acciones legales.

Determinando el Grado Apropiado de Presión para Traspasar la Responsabilidad

Gran parte del trabajo policial consiste en determinar y aplicar un grado de presión o coerción que sea apropiado para una situación particular. Los oficiales de policía que buscan traspasar o compartir la responsabilidad de problemas de seguridad pública deberían considerar, entre otros factores:

  • La justificación para la presión en primera instancia, incluyendo los costos para la policía y para la comunidad de mantener el estado actual.
  • Qué tan razonables son las solicitudes de la policía, incluyendo el estándar de prueba que la policía debe demostrar.
  • La probabilidad de que un nuevo grupo de respuestas al problema tengan un valor preventivo de largo plazo.
  • La probabilidad que las partes interesadas claves respalden o acepten las nuevas propuestas, lo cual está influenciado por la complejidad del tema en cuestión.
  • La naturaleza, grado y consecuencias de resistir los intentos de la policía de compartir o traspasar la responsabilidad, incluyendo los riesgos y costos potenciales para la organización policial y sus funcionarios al presentar propuestas controvertidas o polémicas.

Ningún factor por si sólo va a dictar qué método o grado de coerción debería ser empleado. Por el contrario, la decisión debería estar basada en un análisis exhaustivo de la amplitud y gravedad del problema, la efectividad probable de la solución propuesta y la probabilidad tanto de la cooperación de diversas partes interesadas como del apoyo del público en general.

Conclusión

A medida que la policía comprenda mejor las condiciones, prácticas y comportamientos que dan lugar a problemas específicos de seguridad pública y pueda determinar con mayor certeza las respuestas que son más efectivas para prevenirlos y controlarlos, estarán en una mejor posición para traspasar y compartir la responsabilidad de lidiar con aquellos problemas. Hacer esto fortalecerá a la policía como institución al aumentar su capacidad para realizar las funciones que legítimamente están dentro de sus obligaciones y a su vez reducirá la necesidad de que la policía intente resolver problemas que están más allá de sus competencias. Quizás lo más importante es que llevará a la sociedad hacia un estilo de policía más efectivo, eficiente y equitativo.

Esta guía es una adaptación de la Guía No. 3, originalmente elaborada por Michael S Scott y Herman Goldstein, de la serie de guías de Respuestas Específicas del Centro POP en ASU. Consulte la fuente original.
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